- Como CERMI, ya teníamos una relación asidua, intensa y productiva con SM la Reina, antes de serlo, en su periodo como Princesa de Asturias. Con su llegada al Trono, esta relación no ha hecho sino intensificarse y tornarse más provechosa. La consideración generalizada del sector de la discapacidad hacia la Reina Letizia es de aprecio y estima, de una persona que en lo institucional y en lo individual tiene una preocupación sincera y genuina por las causas sociales, en particular, por la de las personas con discapacidad y sus familias. Es una persona, además, profundamente conocedora de la agenda política y social de la discapacidad que, en el caso de la salud mental o las enfermedades raras, ha hecho suya de modo muy acusado. La sentimos como una activista más de la discapacidad. 

 

 

- Incluso para las personas expertas en la esfera de la discapacidad, llama la atención el grado de conocimiento tan actual y concienzudo que la Reina Letizia posee de la realidad de la discapacidad. Nunca pronuncia frases de ocasión, formulismos de cortesía social, tan simpáticos como vacíos, sino que profundiza en los temas y aporta visiones valiosas, personales, pero muy certeras. Nos abre horizontes acerca de cómo encarar ciertos asuntos, de abordaje arduo, señalando perspectivas nuevas. Algunas veces se lamenta, con total franqueza, de no poder hacer más, de no tener la solución en su mano, pero nunca ceja en llevar el tema al centro de decisión pertinente, por si puede ayudar. Está siempre en modo “apoyo” a la discapacidad.

 

 

- Al principio de ser Reina, quiso visitar el CERMI, y lo ha hecho repetidas veces en estos años, pero no para la típica visita institucional; pedía y así se hizo, reuniones de trabajo, literales, a puerta cerrada, sin la “teatralidad” institucional de un altísimo dignatario. Con agenda definida, examinando hasta en los detalles todos los asuntos de la discapacidad. A esas reuniones, debemos ir, las personas del CERMI, muy preparadas pues su nivel de precisión y exigencia es tan elevado que debíamos tener cubiertos todos los flancos.